Me da la sensación de que Cantabria es un poco como Galicia. Equivocarse de sitio a la hora de comer es difícil.
Sin embargo una cosa es no equivocarse y otra muy distinta acertar así que dejaré aquí mis experiencias culinarias por Cantabria por si te sirve de referencia a la hora de elegir un restaurante por aquellas tierras.
Lo primero a tener en cuenta a la hora de comer en Cantabria es el precio. Si vas en plan mochilero o pretendes comer por dos duros no leas este post. Yo quise y pude ponerme hasta las cejas así que me costó mis buenos duros (sin pasarme, claro).
Por otro lado, aunque en Cantabria parece haber varios y muy buenos restaurantes de comida de diseño, nouvelle cuisine o como demonios se llame, consejo de mi señora mediante, decidimos dedicarnos a la cocina popular y darnos a los productos típicos de la zona, sobre todo al pescado.
Un consejo, si tienes la ocasión haz caso de los lugareños. Yo tenía pensados algunos restaurantes a visitar pero la madre de Wally (un beso) nos recomendó algunos sitios y decidimos hacer caso de la sabiduría cántabra. Nunca me he alegrado tanto de algo.
En fin, al grano, algunos buenos restaurantes para comer en Cantabria:
El primer restaurante donde comimos en Cantabria fue la posada "Prada a Tope". Un nombre raro para un restaurante que basa su cocina en productos del Bierzo (para eso es originario de allí).
Este restaurante es probablemente el mejor sitio para comer de Treceño, es muy acogedor, con un porche acristalado muy agradable y el servicio, aunque no especialmente simpático, es todo lo atento que hace falta ser.
La carta no es demasiado amplia pero apostaría a que ninguno de sus platos tiene desperdicio.
Como nos pillaba cerca del hotel cenamos allí dos veces.
La primera nos hinchamos. Dos entrantes, dos platos principales y dos potres con vino y agua. El resultado, unos 25€ por persona. Todo riquísimo, eso sí.
La segunda decidimos contenernos y sólo comimos un entrante, un principal y un postre, todo para compartir. Resultado: Nos hinchamos. Parece que es inevitable así que lo recomendaré como lugar para comer más que para cenar. Unos 15€ por cabeza.
Recomiendo especialmente el besito cántabro, la olla de garbanzos y langostinos (además de rica abundante) y de postre la crema de limón con castañas en almibar.
Además, en el restaurante Prada a Tope tienen una tienda donde vende producto artesanos del Bierzo. Nosotros nos llevamos a casa confitura de pimientos (queda genial con el queso de cabra) y castañas en almíbar. Se me hace la boca agua.
El segundo restaurante de Cantabria que tuvimos ocasión de disfrutar fue "La Tucho", por consejo local.
El restaurante está en San Román de la Lanilla, al lado de Santander. Tiene aparcamiento propio y es muy grande. A pesar de lo cual nos costó encontrar sitio así que es recomendable reservar. Eso sí, era agosto.
También repetimos en este restaurante porque lo bueno si doble dos veces bueno. Dos de las mejores comidas de mi vida.
Los pescados son increíbles, mención especial para la lubina y el rape. Los entrantes también son muy ricos, destacando las rabas o los pasteles de verduras y gambas. La crema de limón que nos tomamos como postres (ambas veces) impresionante también. Hasta la ensalada estaba buena.
¿El precio? Entre 35 y 40€ por cabeza. Parece un restaurante caro pero teniendo en cuenta lo bien que se come he de jurar que no lo es. La relación calidad precio es perfecta.
La Puentecilla fue nuestro tercer restaurante en Cantabria y tampoco hay quejas.
Este restaurante está en Puenter Arce. También fuimos por recomendación.
El concepto de este restaurante es distinto. Juegan un poco más con la presentación y la elaboración aunque sin salirse de la cocina tradicional y las raciones, tal vez, no son tan abundantes aunque sí más que suficientes. La calidad de la comida es impresionante y la carta es variada, con un poquito de todo, aunque no muy amplia.
El revuelto de oricios estaba muy bueno, las cocochas al pilpil quitaban el sentío y el bonito con tomate en su punto justo. La tarta de calabaza que nos tomamos de postre fue totalmente memorable.
En resumen, la Puentecilla es un muy buen restaurante si andas por Cantabria y te pilla cerca.
El precio de comer en La Puentecilla fue de 27€ por persona. Una buena relación calidad precio.
El precio de comer en La Puentecilla fue de 27€ por persona. Una buena relación calidad precio.
Sin embargo, el chollo gastronómico de Cantabria que recordaré toda mi vida no procedía de un restaurante, sino de una heladería: "Regma". Lo sé, es difícil encontrar un nombre más feo para una heladería. Afortunadamente lo helados que hacen desentonan totalmente. Están buenísimos y son los helados más grande que jamás ví. Yo tenía la intención de pedir un helado de dos bolas pero el dependiente, tras mirarme como si estuviera loco, me puso un helado gigantesco y me dijo: "Este es el más pequeño que tenemos. ¿Quieres uno más grande?". Dije que no porque no hubiera sido capaz de comérmelo. Un helado inmenso, riquísimo y realmente barato. Sólo por 2€.
Se pueden encontrar franquicias de Regma en muchos pueblos de Cantabria. No desaproveches la oportunidad si ves una de sus heladerías. Regma es, sin duda, el mejor lugar para tomarte un helado en Cantabria y casi seguro que en el mundo entero.
Obviamente también estuvimos en algún restaurante no tan bueno pero para qué te voy a amargar después de hacerte la boca agua ;-)
Os dejo aquí un mapa con estos buenos restaurantes de Cantabria por si os apetece acercaros. Tiene el simbolito del "tenedor y el cuchillo"
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Acabamos de venir de allí y aunque el tiempo no fue muy bueno, nos encantó, y lo de los helados tienes toda la razón ,buenos y con mejor precio.
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