De Central Station al Vasamuseet pasando por Stureplan: una tarde en Estocolmo.
Una tarde bastante cansada, a decir verdad. Hay que tener en cuenta que terminamos nuestro viaje a Estocolmo sobre las 11:30h de la mañana procedentes de Visby, en la isla de Gotland, en el mar Baltico, despues de habernos despertado sobre las 6.
Sí. Es un plan cansado pero merece la pena. Todo el mundo nos había hablado muy bien del museo Vasa y la verdad es que no defraudó nuestras espectativas.
El camino es largo. Estocolmo es una ciudad de agua, formada por 14 islas separadas por enormes canales fluviales y conectadas por puentes lo que hace que las distancias sean mayores de lo habitual. No se puede ir a ningún sitio en línea recta.
También es cierto, Estocolmo impresiona precisamente por eso, por las distancias, por el espacio y porque la belleza que suelen tener las ciudades con agua aquí se multiplica.
El cielo también impresiona. Es evidente que los cielos varían mucho de unas ciudades a otras. El cielo de Estocolmo impacta por sus formaciones nubosas. El día que llegamos daban miedo.
Nuestro viaje empezó en Central Station, la estación de trenes de Estocolmo. Según sales de ella la ciudad parece dura y gris. Y el cielo no ayuda a que cambies de idea pero en cuanto te acercas al agua, y el agua está siempre cerca en Estocolmo, la cosa cambia. Los enormes espacios hacen que los edificios puedan ser vistos en todo su explendor y magnitud y las enormes distancias hacen que las características y afiladísimas agujas de las iglesias que pueblan Estocolmo puedan cumplir con la labor para la que fueron hechas: ser vistas. Además, si te mantienes junto al lago Malären y despues junto al mar Báltico el camino es más sencillo. No necesitarás un plano ni una guía de Estocolmo para seguirlo.
El camino al Vasa desde Central Station es sencillo: Baja hasta el agua, gira a la izquierda y sigue junto al agua sin cruzar ningún puente durante mucho rato. El camino al museo Vasa está bien indicado. La ruta que he indicado no es la más corta. Se podría reducir pero perderías las vistas del puerto y de las islas vecinas que merecen mucho la pena.
Durante el camino podrás ver la mayoría de los edificios y paisajes representativos de Estocolmo: el ayuntamiento, donde se celebra la entrega de los premios Nobel, con su imponente torre, por cierto, visitable, el Strömsborg, un palacio en una minúscula isla, el Riksdag o parlamento sueco, con su mezcla de arquitectura tradicional y moderna, el Sager House, residencia del primer ministro sueco, el palacio real, el edificio de la opera, las casas de Gamla Stan, las más antiguas de Estocolmo, la privilegiada vista del barrio de Sodermalm, residencia ficticia de Mikael Blomqvist en la trilogía Millenium de Steig Larsson, el Admiralty House, los preciosos paisajes navales de los diferentes muelles, la preciosa vista del bulevar de Stranvägen, con sus preciosos edificios de estilo parisino, y, al final de esta calle la isla Djurgarden, un inmenso jardín donde se encuentran varios museos, entre ellos el Vasa y un parque zoológico que me gustaría haber podido visitar, todo ello salpicado por la visión de las vertiginosas agujas que culminan las iglesias y llenan, caracterizándolo, el skyline de Estocolmo.
En todo viaje hay que comer. A mitad de camino podemos elegir entre un par de opciones para detenernos a tomar un refrigerio o a comer. La primera es parar en Kungsträdgården (jardín del rey) donde existen numerosos cafés con terrazas y un Friday's. Es una gran plaza con estanques y pequeños jardines que en primavera se visten de gala con cientos de cerezos en flor. También desviarnos hacia Stureplan, una de las plazas más céntricas de Estocolmo en la que pueden encontrarse numerosos restaurantes con todo tipo de comida.
El entorno del museo, tanto por las vistas de Stranvägen desde el puente que da acceso a la isla como por las estatuas de antiguos dioses que lo adornan, los parques que lo rodean el Vasa o la presencia de otros edificios singulares como el Nordika Museet o el museo de Biología.
Kungsträdgården (jardín del rey) en Estocolmo con la iglesia de San Jacobo al fondo.
El entorno del museo, tanto por las vistas de Stranvägen desde el puente que da acceso a la isla como por las estatuas de antiguos dioses que lo adornan, los parques que lo rodean el Vasa o la presencia de otros edificios singulares como el Nordika Museet o el museo de Biología.
Aunque el museo Vasa no es un museo grande, en tamaño, y se puede visitar en un par de horas aunque no con toda la profundidad que podría desearse, pienso que por originalidad la experiencia de su visita merece capítulo aparte.
También, creo, debe merecer la pena la visita a Skansen, un parque zoológico ubicado en la misma isla de Djurgarden y al que por cuestiones de agenda no pudimos acceder.
Si necesitas más información sobre el viaje a Estocolmo puedes encontrarla aquí.
¡No te cortes! Si tienes una pregunta, propuesta, crítica o una experiencia a compartir sobre tu propio viaje deja un comentario. ¡Gracias!
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Si necesitas más información sobre el viaje a Estocolmo puedes encontrarla aquí.
¡No te cortes! Si tienes una pregunta, propuesta, crítica o una experiencia a compartir sobre tu propio viaje deja un comentario. ¡Gracias!
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Tus fotos me parecen una pasada y creo que es por eso por lo que tu blog me enganchó. Son como si fuesen cuadros pintados en vez de fotografias, imagino que para llegar a esos resultados tendrás que tirarte un buen rato retocándolas. Enhorabuena por ellas
ResponderEliminarMuchas gracias por tu comentario, Marta. Es cierto que el retoque de las fotos lleva un trabajo importante y me alegra que lo aprecies.
ResponderEliminarUn saludo y muchas gracias por seguir el blog.
Hola impresionantes esas fotos, una maravilla Suecia a mi me gustaria conocer esa ciudad, ya que es la ciudad de mis artistas favoritos ABBA (a quien tambien me gustaria conocer en persona).
ResponderEliminarUna pregunta: veo que las fotos contienen nubes oscuras, son esos los retoques?
Gracias y Saludos desde Argentina